La feminización de la voz y el cuello es una prioridad para muchas personas en su proceso de transición, ya que estos aspectos son cruciales en la percepción de género. La tiroplastia de reducción, específicamente para reducir el tamaño de la prominencia laríngea o «manzana de Adán», ha evolucionado para ofrecer resultados más estéticos y menos invasivos.
El abordaje transoral sin cicatrices es una técnica innovadora que elimina la necesidad de incisiones externas en el cuello, logrando un contorno más suave y natural sin dejar marcas visibles. Este procedimiento implica el acceso directo a la laringe a través de la cavidad oral, utilizando instrumentos especializados que permiten modificar el cartílago tiroides de manera precisa.
Entre las principales ventajas de este enfoque destaca su carácter mínimamente invasivo, lo que reduce el riesgo de complicaciones y acelera el tiempo de recuperación. Además, al evitar cicatrices externas, responde a las preocupaciones estéticas comunes en la feminización facial. Los resultados permiten un perfil más armónico, acorde con características femeninas, al tiempo que preservan la funcionalidad de la voz, siempre que el procedimiento sea realizado por un equipo especializado.
No obstante, esta técnica presenta desafíos, como la limitada visibilidad y maniobrabilidad durante la intervención.
Por ello, requiere cirujanos experimentados en técnicas endoscópicas y con conocimientos sólidos en anatomía laríngea. También es fundamental una evaluación preoperatoria detallada para determinar la viabilidad del abordaje transoral según las características individuales del paciente.
En conclusión, la tiroplastia de reducción mediante abordaje transoral sin cicatrices representa un avance significativo en la feminización del cuello, combinando eficacia estética con mínimas secuelas visibles. Este procedimiento no solo mejora la apariencia física, sino que contribuye al bienestar emocional de quienes buscan una congruencia plena entre su identidad y su cuerpo.