La cirugía de reasignación de género es un proceso fundamental para muchas personas transgénero en su camino hacia la congruencia de género. Dentro de este proceso, la faloplastia o cirugía de construcción del pene, es una opción que busca proporcionar una apariencia más masculina y funcional a los hombres trans.
Una de las técnicas más comunes en la faloplastia es el colgajo radial del antebrazo. En esta técnica, se utiliza una porción de piel, tejido adiposo y vasos sanguíneos del antebrazo para crear el pene. Este colgajo se transfiere al área genital, conectando los nervios y vasos sanguíneos necesarios para la función eréctil. El colgajo radial del antebrazo ofrece resultados estéticos y funcionales satisfactorios, además de una buena sensibilidad en la mayoría de los casos.
Otra técnica utilizada en la faloplastia es el colgajo de muslo. En este procedimiento, se utiliza una sección de piel y tejido graso del muslo para construir el pene. Esta técnica es especialmente útil en casos en los que el antebrazo no es una opción viable debido a la falta de tejido o a la preferencia personal del paciente. Aunque el colgajo de muslo puede ofrecer resultados satisfactorios, puede haber una pérdida parcial de sensibilidad en la zona donante y una mayor incidencia de complicaciones en comparación con el colgajo radial del antebrazo.
El colgajo de dorsolateral de la pierna es una alternativa menos común pero efectiva en la faloplastia. Esta técnica utiliza un colgajo de piel y tejido graso tomado de la parte superior y lateral de la pierna. Aunque el colgajo de dorsolateral de la pierna ofrece una buena apariencia y función, puede haber ciertas limitaciones en cuanto a la longitud del pene que se puede lograr y la sensibilidad en la zona donante puede estar comprometida.
Los implantes pueden ser utilizados en un segundo tiempo, aproximadamente al año de la cirugía inicial para mejorar la función eréctil y la estética del pene construido durante la faloplastia. Los implantes más comunes son los implantes inflables y los implantes semirrígidos. Los implantes inflables permiten una erección controlada mediante una prótesis que se llena de líquido. Por otro lado, los implantes semirrígidos ofrecen rigidez constante pero pueden ser menos ajustables. La elección del tipo de implante depende de las necesidades y preferencias del individuo.
Es importante destacar que la elección de la técnica de faloplastia dependerá de varios factores, como las características anatómicas, las preferencias personales, la experiencia del cirujano y las limitaciones específicas de cada técnica. Además, la decisión de someterse a una faloplastia debe ser tomada después de una cuidadosa evaluación y discusión con el equipo médico, ya que existen riesgos y complicaciones asociadas con cualquier procedimiento quirúrgico.