
La vaginoplastia es un procedimiento quirúrgico esencial para muchas mujeres transgénero, proporcionando una anatomía vaginal que les permite alinearse mejor con su identidad de género. Sin embargo, un desafío común postoperatorio es la estenosis vaginal, que puede afectar tanto la función sexual como la calidad de vida general. Afortunadamente, existen diversas técnicas para abordar esta complicación y ensanchar las paredes vaginales.
Una de las técnicas más utilizadas es la dilatación vaginal. Este método implica el uso de dilatadores progresivamente más grandes para estirar suavemente los tejidos vaginales. La dilatación se realiza regularmente y es fundamental durante los primeros meses postoperatorios para mantener el ancho y la profundidad de la neovagina.
Otra opción es la revisión quirúrgica, que puede ser necesaria en casos severos de estenosis. Este procedimiento puede involucrar el uso de injertos de piel o mucosa oral para aumentar el diámetro de la vagina. También puede incluir la técnica de colgajos, donde se utiliza tejido adicional del área perineal o incluso del intestino para reconstruir y ensanchar la neovagina.
La terapia hormonal también juega un papel crucial. El estrógeno tópico puede ayudar a mantener la salud del tejido vaginal, haciéndolo más elástico y menos propenso a la contracción. Este tratamiento hormonal complementa las otras técnicas y contribuye a un mejor resultado a largo plazo.
Además, es importante considerar el papel de la fisioterapia del suelo pélvico. Los terapeutas especializados pueden enseñar ejercicios y técnicas de relajación para ayudar a mejorar la elasticidad y reducir la tensión muscular que podría contribuir a la estrechez.
En resumen, el manejo de la estenosis vaginal en mujeres trans con antecedente de vaginoplastia puede abordarse mediante una combinación de dilatación regular, intervenciones quirúrgicas adicionales, terapia hormonal y fisioterapia del suelo pélvico. La elección de la técnica adecuada depende de la severidad del caso y de las necesidades individuales de la paciente, siempre con el objetivo de mejorar su bienestar físico y emocional.