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En los últimos años, las técnicas endoscópicas para el tratamiento de la obesidad se han convertido en una alternativa atractiva para quienes buscan perder peso sin someterse a una cirugía mayor. En la Clínica 3 de Mayo, dirigida por el Dr. Jesús Lago, muchos pacientes nos consultan si realmente estos procedimientos funcionan y cuáles son sus limitaciones.
A continuación, analizamos de forma crítica y transparente la eficacia real de las principales opciones disponibles, sus resultados y para quién están indicadas.
¿Qué son las técnicas endoscópicas para tratar la obesidad?
Las técnicas endoscópicas son procedimientos mínimamente invasivos que se realizan a través de la boca, utilizando un endoscopio flexible. No requieren incisiones ni hospitalizaciones prolongadas, y se centran en reducir la capacidad del estómago o modificar la sensación de saciedad.
Entre las más conocidas destacan:
- Balón gástrico (intragástrico): un dispositivo que se introduce en el estómago y se rellena con suero o gas, ocupando espacio para generar sensación de plenitud.
- Método Apollo o reducción gástrica endoscópica (ESG): consiste en realizar suturas internas en el estómago para reducir su volumen y retrasar el vaciado gástrico.
- Método POSE (Primary Obesity Surgery Endolumenal): técnica endoscópica que también busca disminuir la capacidad gástrica mediante pliegues internos.
- Botox gástrico: inyección de toxina botulínica en el estómago para reducir la motilidad y el apetito, aunque sus resultados son más modestos y temporales.
¿Qué eficacia real tienen estos tratamientos endoscópicos?
La evidencia científica muestra resultados variables, dependiendo de la técnica, el tipo de paciente y el grado de compromiso posterior con los cambios de hábitos.
1. Balón gástrico
Los pacientes suelen perder entre un 10 % y 15 % de su peso corporal durante los primeros seis meses. Sin embargo, una parte importante recupera peso tras retirar el balón, si no se mantiene una alimentación equilibrada y seguimiento médico-nutricional.
Es eficaz a corto plazo, pero no garantiza resultados duraderos sin cambios en el estilo de vida.
2. Método Apollo (Endoscopic Sleeve Gastroplasty – ESG)
Actualmente, es la técnica endoscópica con mayor evidencia científica. Los estudios muestran una pérdida media del 15 % al 20 % del peso corporal total al año, con mantenimiento de parte del peso perdido hasta los 3 años, siempre que el paciente mantenga hábitos saludables. La reganancia de peso es habitual a partir del segundo-tercer año.
Los resultados son inferiores a los de las cirugías bariátricas tradicionales(como el bypass o la manga gástrica), que pueden alcanzar pérdidas del 30 % al 40 % del peso total.
3. Método POSE
Aunque inicialmente generó expectativas, la evidencia reciente ha mostrado resultados más modestos y menos sostenibles en comparación con el Método Apollo. En la práctica clínica, su uso ha disminuido, ya que la reducción gástrica obtenida es menor y tiende a perder eficacia con el tiempo.
4. Botox gástrico
Se trata más de un tratamiento complementario que de una solución definitiva. La pérdida de peso promedio es de apenas un 5 % al 7 %, y los efectos desaparecen al cabo de 3 a 6 meses. Por ello, suele emplearse solo en casos muy seleccionados o como paso previo a otras intervenciones.
Ventajas y limitaciones reales
Ventajas:
- Procedimientos sin cirugía abierta ni cicatrices.
- Menor riesgo de complicaciones.
- Recuperación rápida (en 24-48 horas).
- Opción para pacientes con obesidad leve o moderada.
Limitaciones:
- Pérdida de peso generalmente menor que la cirugía bariátrica.
- Requieren disciplina alimentaria y apoyo psicológico para mantener resultados.
- Algunos pacientes pueden presentar molestias temporales como náuseas, acidez o distensión abdominal.
- Parte del peso puede recuperarse si no se mantiene seguimiento médico y cambios de hábitos.
Análisis crítico: ¿realmente funcionan estas técnicas?
Sí, funcionan, pero dentro de unos límites.
Las técnicas endoscópicas representan un gran avance médico porque permiten intervenir sin cirugía mayor y con un perfil de seguridad excelente. Sin embargo, no son milagrosas. Su eficacia depende en gran medida del acompañamiento multidisciplinar, que incluya seguimiento nutricional, psicológico y médico.
Los mejores resultados se observan en pacientes con IMC entre 30 y 40, que se comprometen activamente a mantener hábitos saludables después del procedimiento.
En cambio, para quienes presentan obesidad mórbida o comorbilidades graves, las técnicas endoscópicas no sustituyen a la cirugía bariátrica tradicional, aunque pueden servir como puente o alternativa temporal.
Preguntas y respuestas frecuentes sobre las técnicas endoscópicas para la obesidad
1. ¿Qué diferencia hay entre un tratamiento endoscópico y una cirugía bariátrica?
La principal diferencia radica en la invasividad. Las cirugías bariátricas (como el bypass o la manga gástrica) modifican anatómicamente el estómago y el intestino, mientras que las técnicas endoscópicas solo actúan sobre el estómago, sin incisiones.
Por tanto, los resultados en pérdida de peso son menores, pero el riesgo también lo es. Son ideales para pacientes que buscan una solución intermedia entre dieta y cirugía.
2. ¿Cuánto peso se puede perder con un tratamiento endoscópico?
Depende del tipo de técnica y del perfil del paciente.
- Balón gástrico: entre 10 y 15 % del peso corporal.
- Método Apollo: entre 15 y 20 %.
- POSE: entre 10 y 12 %.
- Botox gástrico: hasta 7 %.
Estos valores pueden mantenerse si el paciente adopta hábitos saludables. De lo contrario, el peso puede recuperarse parcialmente en los meses siguientes.
3. ¿Son procedimientos seguros?
Sí, los tratamientos endoscópicos son muy seguros cuando los realiza un equipo experimentado como el del Dr. Jesús Lago en la Clínica 3 de Mayo.
Las complicaciones graves son excepcionales. Los síntomas más comunes son náuseas o molestias abdominales los primeros días, que se controlan con medicación.
4. ¿Puedo volver a hacerme una técnica endoscópica si recupero peso?
En algunos casos, sí. Por ejemplo, el balón gástrico puede repetirse tras varios meses, o la reducción endoscópica puede reforzarse.
Sin embargo, lo más importante es identificar la causa del rebote, ya sea alimentaria, emocional o metabólica, para corregirla con apoyo médico y psicológico.
5. ¿Qué papel juega el seguimiento médico después del tratamiento?
Es clave. La eficacia de cualquier técnica endoscópica depende del acompañamiento posterior.
En la Clínica 3 de Mayo, el Dr. Jesús Lago y su equipo diseñan un programa integral de seguimiento, con control nutricional, psicológico y médico, para consolidar los resultados y evitar la recuperación del peso perdido.
Conclusión: una herramienta útil, pero no definitiva
Las técnicas endoscópicas para el tratamiento de la obesidad son una excelente opción para quienes no desean o no pueden someterse a una cirugía bariátrica, pero deben entenderse como parte de un proceso médico integral.
Su eficacia es real, aunque limitada en comparación con la cirugía, y requiere un compromiso activo del paciente para mantener los resultados.
En definitiva, la clave del éxito no está solo en la técnica, sino en el cambio de hábitos y el acompañamiento profesional. En la Clínica 3 de Mayo, el Dr. Jesús Lago y su equipo se especializan en ofrecer un abordaje personalizado, seguro y con seguimiento continuo para lograr una pérdida de peso eficaz y sostenible.
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