
La lipotransferencia es una técnica de cirugía estética que ha ganado popularidad entre pacientes transgénero, al ser utilizada como parte del proceso de afirmación de género. Este procedimiento consiste en extraer grasa de una parte del cuerpo, generalmente del abdomen, los muslos o los flancos, y transferirla a otras áreas, como las caderas, glúteos, pecho o cara para mejorar la apariencia y generar una silueta más acorde con la identidad de género deseada.
Para las personas trans, la lipotransferencia puede jugar un papel fundamental en su bienestar psicológico y emocional. En el caso de las personas transmasculinas, se puede utilizar para masculinizar el cuerpo eliminando grasa de zonas típicamente femeninas, como las caderas y mejorar la definición muscular. En personas transfemeninas, la grasa se puede transferir a las caderas, los glúteos y otras áreas que ayuden a feminizar la figura.
Una de las ventajas de este procedimiento es que utiliza la propia grasa del paciente, lo que reduce el riesgo de rechazo y complicaciones en comparación con otros métodos de aumento corporal. Además, al ser mínimamente invasivo, el tiempo de recuperación suele ser más corto que en otras cirugías estéticas.
No obstante, como en cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos, como la posibilidad de reabsorción de la grasa o la necesidad de procedimientos adicionales para lograr los resultados deseados. Por ello, es importante contar con un cirujano especializado y mantener expectativas realistas.
La lipotransferencia es una herramienta poderosa para que los pacientes trans puedan alinearse física y emocionalmente con su identidad, contribuyendo significativamente a su proceso de afirmación de género.