La cirugía de reasignación de género es un proceso que implica una serie de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos para modificar las características físicas de una persona para que se ajusten a su identidad de género. Una de las cirugías más comunes en este proceso es la vaginoplastia, que implica la creación de una vagina a partir de los tejidos existentes en la zona genital. Aunque la mayoría de las vaginoplastias son exitosas, también pueden presentarse complicaciones, especialmente en la uretra.
La uretra es el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo. Durante la vaginoplastia, la uretra se extiende y se desplaza hacia la parte delantera de la nueva vagina. Si bien esto generalmente no causa ningún problema, también puede haber complicaciones, como estenosis de la uretra, fístulas uretrovaginales y orina retenida.
La estenosis uretral ocurre cuando la uretra se estrecha debido a la cicatrización excesiva del tejido. Esto puede dificultar la micción y, en casos graves, puede incluso bloquear el flujo de orina. Si se sospecha de una estenosis uretral, se puede realizar una uretrotomía (un procedimiento para cortar la cicatrización y ensanchar la uretra) o una cirugía de reconstrucción uretral para corregir el problema.
Las fístulas uretrovaginales son otro problema común en las mujeres que han tenido una vaginoplastia. Estas fístulas ocurren cuando se forma un orificio entre la uretra y la vagina, lo que permite que la orina fluya hacia la vagina. Esto puede causar infecciones urinarias recurrentes y problemas de olor y secreción. Las fístulas uretrovaginales también se pueden corregir quirúrgicamente mediante la reconstrucción de la uretra o el cierre del orificio.
La retención urinaria también puede ocurrir después de una vaginoplastia debido a la hinchazón o la inflamación en la zona genital. Esto puede dificultar la micción y causar dolor. En algunos casos, se pueden colocar catéteres para ayudar a drenar la orina y permitir que la hinchazón disminuya.
Es importante tener en cuenta que estas complicaciones son relativamente raras y que la mayoría de las mujeres trans que se someten a una vaginoplastia no experimentan problemas significativos. Sin embargo, es importante que las mujeres que se someten a esta cirugía comprendan los riesgos potenciales y hablen con su médico sobre cualquier inquietud que puedan tener antes y después del procedimiento.