El psicólogo desempeña un papel integral en el tratamiento de la obesidad al brindar intervenciones efectivas que incluyen el autocontrol de los hábitos alimentarios y la actividad física, el manejo del estrés, el control de estímulos, el manejo de contingencias, la reestructuración cognitiva y el apoyo social.
El psicólogo trabaja en conjunto con el cirujano bariátrico realizando el seguimiento del comportamiento de los pacientes relacionados con la dieta, la actividad física y el peso, proporcionándoles una guía y promoviendo la atención integral.
La cirugía bariátrica es una opción adicional para la reducción de peso en un número limitado de pacientes que cumplen los criterios de obesidad clínicamente grave (es decir, índice de masa corporal >40 o >35 kg/m2 con condiciones comórbidas).
La evaluación psicológica para determinar la estabilidad emocional, preparación para la cirugía son fundamentales para la seguridad y el éxito del paciente. Los grupos psicoeducativos y de apoyo así como el asesoramiento individual, se han utilizado como enfoques de tratamiento complementarios eficaces para la cirugía de pérdida de peso.
Muchos estudios han respaldado la eficacia de las intervenciones de terapia conductual, terapia cognitivo-conductual, atención plena y entrevistas motivacionales para la pérdida de peso en pacientes obesos.
Los psicólogos tienen el conocimiento y la capacitación para ayudar con la prevención de problemas de peso, la adherencia a los programas de pérdida de peso y el mantenimiento de un peso y un estilo de vida saludables que son muy necesarios para abordar la epidemia actual de obesidad.