Puede parecer obvio qué causa la obesidad, pero existen diferentes razones detrás de ella con distintas rutas de tratamiento. Vamos a echar un vistazo a las causas de la condición médicamente definida como obesidad.
La respuesta más simple y común es ingerir más calorías de las que se gastan o comer demasiado y moverse muy poco.
Las calorías son unidades de energía proporcionadas por los alimentos que comemos y la mayoría de los adultos necesitan entre 2000 y 2500 calorías al día para mantener un peso saludable. Si consumimos más calorías de las que necesitamos, la energía adicional se almacena en forma de grasa, de la cual un exceso puede conducir a la obesidad.
Dieta no saludable:
Una dieta deficiente que incluya alto contenido de grasa y azúcar puede aumentar el riesgo de obesidad, además de comer demasiado en general. Otros factores relacionados con la dieta incluyen:
Control deficiente de las porciones: comer regularmente grandes cantidades de alimentos a la hora de las comidas
Comer muchos alimentos procesados, que tienden a ser más altos en grasa y azúcar.
Salir a comer mucho: con comida para llevar o restaurantes, es probable que coma más en una comida, como un entrante y un postre (menú).
Beber demasiado alcohol: las bebidas alcohólicas contienen muchas calorías.
Beber bebidas azucaradas como los refrescos y los zumos de frutas embotellados que tienen alto contenido calórico y azúcar.
Falta de ejercicio:
Además de comer demasiado o tener una dieta deficiente, no hacer suficiente actividad física puede contribuir al aumento de peso.
Hacer ejercicio puede ser difícil, ya que muchos trabajan en escritorios y viajan en coche y se relajan siendo sedentarios en casa frente al televisor. Esto puede significar que no está utilizando la energía que está consumiendo de sus alimentos, lo que lleva a que el exceso se almacene como grasa corporal. Esto no significa que se tenga que quemar las 2000 calorías con el ejercicio, ya que la mayor parte de esa energía la usa el cuerpo de forma natural y una gran parte el cerebro durante el día, pero la actividad física también es un componente esencial.
Condiciones médicas:
La obesidad no puede explicarse fácilmente por la dieta o la falta de ejercicio, puede haber condiciones médicas subyacentes que contribuyan al exceso de peso. Estas condiciones pueden incluir una glándula tiroides poco activa, diabetes o el síndrome de Cushing, los cuales afectan la producción de hormonas en el cuerpo.
También hay algunos medicamentos que pueden provocar un aumento de peso, incluidos los antidepresivos y anti epilépticos.
Genética:
La obesidad puede tener un componente hereditaria, lo que sugiere una predisposición genética al sobrepeso. Si bien factores como el metabolismo y el apetito pueden verse influenciados por la genética, los rasgos también se pueden heredar a través de la educación y el medio ambiente. Si su familia suele tener comidas copiosas o una tendencia a tener hábitos alimenticios poco saludables, estos pueden ser transmitidos y aprendidos por los niños que luego también pueden convertirse en obesos.
