Los hombres trans experimentan una falta de armonía entre su sexo de nacimiento y su sentido íntimo de pertenencia de género. La terapia hormonal y la cirugía de afirmación de género a menudo están vinculadas con este proceso. En este contexto, debemos preguntarnos si es mejor conservar los órganos reproductivos o realizar una histerectomía.
Mantener el útero y los ovarios evita un procedimiento quirúrgico y una cicatriz púbica, además preserva la fertilidad y una eventual gestación. Por otro lado, mantener el útero y la posibilidad de menstruar suele ser frecuentemente, psicológicamente insoportable para los hombres transgénero y los efectos a largo plazo de los andrógenos en el útero y los ovarios siguen siendo inciertos. Por el contrario, la histerectomía y la ooforectomía son parte de la cirugía de afirmación de género.
Los procedimientos laparoscópicos para histerectomías disminuyen los riesgos y limitan al mínimo la probabilidad de cicatrices.
En la práctica, los datos sugieren que muy pocos hombres transgénero llevan un embarazo y/o utilizan sus ovocitos después del tratamiento de reafirmación de género.
Los médicos deben aconsejar a sus pacientes hombres transgénero sobre las consecuencias definitivas de la infertilidad de la histerectomía y la ooforectomía y discutir todas las opciones de preservación de la fertilidad antes de realizar la cirugía de género.
Deben preferirse los enfoques individualizados a los procedimientos sistemáticos con respecto a la decisión personal de conservar o no el útero y los ovarios.