La feminización del tercio superior de la cara a menudo requiere la aplicación de varias técnicas en combinación: el avance de la línea del pelo, el trasplante de pelo, el levantamiento de las cejas y la reducción de la protuberancia frontal o «frontoplastia ósea”.


Si bien el avance de un colgajo de cuero cabelludo, el trasplante de pelo y el levantamiento de cejas son intervenciones que en cirugía estética se emplean con frecuencia, la craneoplastia frontal merece una consideración especial.
La craneoplastia frontal o frontoplastia ósea consiste básicamente en la remodelación del hueso que produce las diferentes protuberancias en las frente que conducen a un aspecto masculino. En función de la situación de cada paciente, se realizarán las frontoplastias tipo I, II y III, de menor a mayor complejidad pero básicamente consisten en la exposición del hueso de la frente una vez separada la piel y periostio que lo recubren, desde el pelo o línea del pelo, hasta el reborde de la órbita respetando los nervios que llevan la sensibilidad a la frente y que salen de la órbita (nervio supraorbitario y supratroclear). Una vez expuesto el hueso realizaremos la remodelación ósea fresando las zonas que producen protuberancias y reduciendo el espacio lleno de aire que queda por debajo de la frente dentro del hueso frontal (seno frontal) mediante un hundimiento de la parte externa del hueso.
Esta técnica requiere suma delicadeza y experiencia, requiere el sellado de las zonas de fractura con pasta ósea y una correcta regularización del hueso y del reborde orbitario con el fresado correspondiente para alcanzar una frente lo más lisa y redondeada posible sin zonas abruptas, es decir, para feminizar correctemente la frente.
Otras intervenciones quirúrgicas comunes solicitadas por mujeres trans en feminización facial son: la rinoplastia de femininización corrigiendo tamaños y ángulos, la colocación de implante malar (malarplastia) para dar forma triangular a la cara, la lipotransferencia de grasa para aumentar caderas y reducir cintura, el lifting o levantamiento del labio superior, la reducción del ángulo mandibular, la mentoplastia de feminización para reducir la forma cuadrada de la mandíbula, el lifting facial y la tiroplastia de reducción.